miércoles, 24 de octubre de 2012

Escrito a mano
   por  Guillermo Jaim Etcheverry

      En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía.En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allí el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros.
    
   Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.

     En la escritura cursiva, el hecho de que las letras estén unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras.

    Por su parte, el escribir en letra de imprenta implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.

Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros.

      Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. Los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo.

     Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta. Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere.

    En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva.

     Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time , titulado:” Duelo por la muerte de la escritura a mano , señala que es ése un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, "nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia.

     La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer". Abriendo una tímida ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo...

El autor es educador y ensayista

sábado, 18 de agosto de 2012

Cuidar nuestras raíces

     Me pareció interesante este texto que leí en  “Aprender a querer, saber vivir”, de Juan Ramón García-Morato. Edit. Eunsa. Pág. 187

Si dejamos que el mundo sea configurado por baremos de eficacia y utilidad, todo -al final, también la vida- es más precario. Si nada es estable y todo cambia según los intereses del momento, la consecuencia es inmediata: ¿qué sentido tiene que sea estable la familia, la dignidad de la persona o la relación con Dios? También los estilos y modos de conducta son -deben ser- cambiantes. Las tradiciones desaparecen, se van rompiendo poco a poco los lazos con los orígenes.  Y al convertirnos en personas des-arraigadas, el resultado se paga en precio de des-humanización.

Es tremendo el choque que se produce en una persona que se va encontrando sin aniversarios que celebrar: al ir rompiendo con el pasado, al no querer aceptarlo como parte de su propia vida, llega un momento en que se  encuentra sin historia previa, sin biografía personal. Está empezando desde cero, porque todo lo anterior se ha empeñado en borrarlo de un golpe. De ahí la importancia de aceptar que cada uno es lo que es gracias a su vida anterior, lo entienda o no, le guste o le deje de gustar.

domingo, 15 de julio de 2012

Impresiones de un viaje a Rusia

Mis amigos Yeya y Abelardo Pithod estuvieron en Rusia, y me mandan este escrito:

UNA VISITA A RUSIA

         He tenido la suerte de visitar Rusia, y lo que sigue no pretende ser un testimonio erudito, sino las impresiones de un simple viajero. Se trata de un  país insólito (al menos para mi ignorancia), de un super estado no imaginado ni imaginable. Ante todo es un mundo en sí mismo que va del Mar Báltico al Extremo Oriente. De raza eslava, se ven, no obstante, muchos rostros orientales. En cuanto a nuestra visita nos movimos entre dos polos, San Petersburgo y Moscú.
Catedral de San Basilio. Moscú
        
         La historia de esta impresionante civilización es también insólita. Vivió bajo el dominio de los zares muchos siglos, en un régimen autocrático basado en la servidumbre y la esclavitud. Después de la Revolución comunista siguió siendo autocrático pero populista. Bajo ese régimen permaneció setenta años. Actualmente está gobernado por Putin, ex funcionario del KGB (policía secreta comunista). El régimen de Putin, a su modo, sigue siendo autoritario. Reconozco que estas calificaciones podrían matizarse pero son útiles para hacerse una primera idea.           

         San Petersburgo, como Moscú, son ciudades  con una gran cantidad de suntuosos  palacios e iglesias (catedrales las llaman) de la época zarista. Es increíble encontrarse con un conjunto edilicio semejante. San Petesburgo tiene un carácter aristocrático y tradicional que se contrapone al carácter más moderno y aparentemente más  popular de la nueva Moscú. Solo San Petersburgo bien vale un viaje, pero uno se quedaría sin la otra mitad de Rusia, que gira alrededor de Moscú. 

Museo Hermitage. St. Petersburgo
 

         En cuanto a las manifestaciones religiosas uno encuentra las iglesias bastante concurridas. Es corriente ver gente que se hace la señal de la cruz y se inclina al entrar o pasar frente a ellas. Los parecidos con el rito católico romano son muy grandes. La Iglesia Ortodoxa Rusa tiene tradición apostólica, es decir sus sacramentos son válidos.     

         Mi impresión es que no se puede visitar Rusia en solitario, se necesita  un guía. Tienen un alfabeto diferente, con distinta grafía, de modo que no se puede leer los carteles, los avisos ni nada escrito si no se sabe el idioma. Para ser gráfico: no se puede siquiera saber en qué calle se está parado. En muchos casos podrían haber agregado la versión inglesa de los nombres, pero no es una costumbre de los rusos. En resumen, el viajero no puede leer ni las indicaciones de tránsito, por ejemplo el universal “stop” lo ponen en ruso y solo se aprende después de varios días.  
Mausoleo de Lenin y muralla del Kremlin
        
       Pero vayamos a aspectos más profundos de la visita. Rusia es un país de desmesuras, todo de dimensiones colosales. Un ejemplo es La Plaza Roja de Moscú (que no se llama así por el comunismo sino por su construcción en ladrillos colorados, en la época de los zares). Allí está el mausoleo de Lenín, al que, según comentarios, el actual Presidente Putin retacea su visita, porque la Rusia actual tiene una orientación europeísta, y conviene disimular el pasado.

      En cuanto a las desmesuras, bastará un hecho: el área de Moscú tiene unos trece millones de habitantes con un parque automotor de siete millones. Resultado, todos son atascos. No se crea que los autos son viejos y chatarrosos, sino que pululan los de la más alta gama occidental. Tampoco se crea que sus vías de comunicación son obsoletas, al contrario, asombran por su moderna factura. Simplemente, el empuje de esa nación va por delante de los requerimientos de su desarrollo.
Metro de Moscú

         Sin embargo, y como contrapartida, me pareció que el estado de ánimo de los rusos (los que el viajero llega a tratar) presenta síntomas de lo que los sociólogos llaman “anomia”. Ésta se caracteriza por cierta incertidumbre respecto de las metas de la vida, desconfianza en los líderes, y quizá tendencias depresivas. Un ejemplo: los servicios en el hotel de Moscú era lentos, como si los empleados no tuvieran entusiasmo o energías. Son simples impresiones, es verdad, pero llaman la atención.  Personalmente no tengo más explicación para estas impresiones que la historia de Rusia. Sale del zarismo y pasa por una sangrienta revolución, la comunista, que dura setenta años, con el pavoroso saldo de 25 millones de muertos, muchos de ellos campesinos que se resistían a la colectivización de sus tierras, como pretendían los bolcheviques, para hacerlas colectivas y estatales. Un pasado reciente, difícil de elaborar, y no se lo puede hacer en  poco tiempo, porque los procesos psicosociales son lentos.
Metro de Moscú
      
   Hay algo ancestral en Rusia y es como si cargara con un destino violento. La historia de los zares es una historia sangrienta, y lo siguió siendo con el comunismo. Felizmente esto parece haberse detenido. Putin mira hacia la Europa occidental, hacia las democracias. Pero no engañarse, no es una paloma. Hace poco hubo elecciones de alcalde en Moscú y Putin las anuló y puso a un amigo.            

         Por último, Rusia nos admira en sus contradicciones. Una de los obras más hermosas que ha hecho la mano del hombre es el famoso Subterráneo o Metro de Moscú. Es una lujosísima obra de arte que lo deja a uno pasmado. Lo mandó hacer Stalin. Su motivación fue que el pueblo llano pudiera gozar como propio lo que antes solo gozaban los nobles. Y vaya si lo consiguió y lo sobrepasó. Es una verdadera maravilla.         
   
     Rusia, hermosa, salvaje, genial. Pero, hay un pero. Me observaba un amigo que no ha producido últimamente ninguna personalidad del nivel de Solyhenitzin, Tolstoi, Chejov, Dostoviesky y tantos otros. Habrá que seguir esperando que resucite la gran “alma rusa” y salga de esta áurea mediócritas.
  
       De todos modos, habiendo estado en Rusia, uno no puede sino testimoniar que, más allá de la Europa del sur, hay un imperio digno de una visita lo más prolongada posible.   

jueves, 19 de abril de 2012

40 años de casados, ¡¡¡felicitaciones!!!

   Elena Zwanck y José María Spotorno  llegan muy felices  a  este  aniversario "redondo".

   Sus seis hijos, yernos, seis nietos y otros que están en camino, sus hermanos, cuñados, amigos y demás conocidos, nos unimos al acontecimiento y nos congratulamos con ellos. Con toda sinceridad podemos decir que ¡son todo un ejemplo!

   Y no podía faltar el "toque" de Kioskerman, Pablo Holmberg (h), que, por supuesto, expresó perfectamente en un comic el saludo para sus suegros, con una conocida y acertada frase de José.

martes, 28 de febrero de 2012

¡Vacaciones muy buenas!
Consuelo (Londres)
Cecilia (Almaty)

     Estuve descansando unos días en Córdoba  siguiendo lo que muchos aconsejan: que el mejor descanso no es no hacer nada, sino hacer actividades distintas a las habituales, que requieran menos esfuerzo, pero que nos enriquezcan y ayuden en lo físico, lo psíquico, en las relaciones humanas, en lo cultural, en lo espiritual...

     Se organizó un Curso de Sagradas Escrituras, con una carga horaria muy llevadera, y un plan sensacional: gente de todas las edades, de todas las profesiones, distintos países, tertulias culturales, intercambio de experiencias, paseos por las sierras, tiempo para contemplar, meditar, rezar, leer, charlar, hacer deportes varios, ir a la piscina... ¡lo que quieras!

Mariana (Kaunas)
     Como figuras exóticas estuvieron Mariana, cordobesa, profesora de inglés y con un máster en Comunicación,  que vive en Kaunas, Lituania.  Consuelo, española que lleva ¡muchos años! (no digo cuántos), viviendo en Londres. Es la directora de Wickenden Manor, un centro de Convivencias y Encuentros. Y Cecilia, uruguaya, que desde los 12 años vive en Asunción porque su familia se traslado a Paraguay, y desde allí se fue a estudiar a Almaty, Kazajstán. En esta ciudad estudió Administración de Empresas en una universidad turca, en inglés, y también aprendió ruso, idioma que habla habitualmente, y ahora estudia kazajo, un idioma que parece muy difícil pero que ella afronta con total optimismo.

Mili, Vero y Angie
      Y claro, al lado de estas figuras, ya nos parecían "muy normales" Olga y Marlene que vinieron de Paraguay y Ma. Luisa de Bolivia.    
       Las demás, de Mendoza, San Juan, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Tucumán, Santa Fe, Rosario.......   

       Había algunas ingenieras, gente de informática, artistas, filósofas, administradoras de empresas, administradoras del hogar (¡lo más importante!), librera sólo yo, etc., etc., 
      
Casa de Alta Gracia
      Tuve la alegría de poder ir a Alta Gracia, donde pasé los meses de verano de toda mi niñez  y adolescencia. La casa que en 1910 construyó mi abuelo ya no es nuestra, pero resultó que Marcela conocía a los actuales dueños. Pude entrar, ver que la tienen lindísima, muy bien puesta, son ¡muy buena gente!, y gocé nuevamente en los lugares en que viví una infancia tan feliz .   

Ma. Rosa en Alta Gracia
       Me encontré con amigas de cuando era chica  y de cuando yo vivía en Córdoba por los años 80, y que hacía ¡mucho tiempo! que no veía: Ruth, Marichu, Ma. Nieves, Clarita, Carmen...... ¡Qué alegría dan las buenas amigas!

    Ya estoy nuevamente en el ruedo trabajando a full, pero nadie me quita lo bailado y lo gozado. Y sigo dándole gracias a Dios, porque sé que tuve unas vacaciones privilegiadas, a las que muchos, por distintos motivos, no pueden acceder.
Cumpleaños    

      Hace poco fue el mío, lo pasé requete bien, y mi amiga Bárbara Jantus me escribió una poesía. Me encantó, me divirtió, me sentí reflejada, comprendida, y aquí la comparto con todos como una forma de agradecimiento.
     Y además pongo una foto reciente  de Bárbara, durmiendo sobre una piedra junto a un río cordobés.

Palabras, palabras que unes cuando hablas      
y si es con coherencia, dicen que tienes ciencia.
Palabras que forman oraciones
y si le pones música, dicen que son canciones.
Palabras entrelazadas
y si tienen un hilo, son palabras noveladas.
Palabras encuadernadas
y si no tienen tapa, no son nada.
Palabras, con tapa y autor
bien editadas, dicen que es mejor.
Palabras que se venden
por lo que dicen, aunque lo inventen.
Palabras que son famosas,
no tanto verso, más vale en prosa.
Sin palabras aglutinadas
no habría libros, ni tapas, ni historias inventadas.
Para María Rosa,
sin palabras no habría ventas…
¿haría otra cosa?
No todo es palabra, hay tiempos sin palabras:
largos viajes al noreste
(cambia tu destino, espero no te cueste)
No hay palabras en un paisaje
como el paisaje cordobés:
este verano volviste a tu niñez.
Palabras sin sonido aparente
cuando respondes a tanta gente
que piden que les cuentes
que es eso que “con su trabajo
llegarán Arriba mirando desde abajo”.
Para María Rosa Spotorno
las palabras, no son sólo un adorno,
pues sin las palabras…estaría en el horno.

jueves, 19 de enero de 2012

¡¡¡Me va bien en la vida!!!

El hijo que muchas veces no limpia su cuarto y se la pasa viendo televisión, significa que...
¡Está en casa!

El desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, significa que... ¡Estuvimos rodeados de familiares o amigos!

Las ropas que están apretadas, significa que...
¡Tengo más que suficiente para comer!

El trabajo que tengo en limpiar la casa, significa que...
¡Tengo una casa!

Los ruidos de la ciudad, significa que...
¡Puedo oír!

No encuentro estacionamiento, significa que...
¡Tengo auto!

El despertador que me despierta todas las mañanas, significa que...
¡Estoy vivo!

El cansancio al final del día, significa que...
¡Puedo trabajar!

Finalmente por los mensajes que recibo, significa que...
¡Tengo amigos pensando en mí!

 
 “CUANDO PIENSES QUE EN LA VIDA TE VA MAL, LEE OTRA VEZ ESTE MENSAJE”
Seamos felices y buenos antes de llegar a la última rueda...

miércoles, 18 de enero de 2012

Cuando buscamos sólo la felicidad...

Pedí fuerzas, y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
Pedí sabiduría, y Dios me dio problemas para resolver.
Pedí prosperidad, y Dios me dio cerebro y músculos para trabajar.
Pedí coraje, y Dios me dio obstáculos que superar.
Pedí amor, y Dios me dio personas para ayudar.
Pedí favores, y Dios me dio oportunidades.
No recibí nada de lo que pedí, pero recibí todo lo que precisaba.

de  "Aprender a querer, saber vivir". Juan Ramón García-Morato. Eunsa 2009, pág.99.

jueves, 5 de enero de 2012

Kayaks en el Lago Titicaca

                     Juan Paulo Cerón, el marido de Cecilia Udaquiola, sabemos que es muy buen instructor de kayaks, fabrica y vende kayaks  ( http://www.universalkayak.cl/ )  y es fanático de los kayaks.
                     Viajó desde Santiago de Chile, donde viven, hasta Perú, atravesando Bolivia,  para dar un curso  de Kayaks a indígenas de la zona del Lago Titicaca, lado peruano.
                    Una experiencia única, muy bien filmada y narrada en este excelente video: Los hijos del lago    ¡No dejen de verlo!